Un enemigo para la Nación

Orden interno, violencia y “subversión”, 1973-1976. Marina Franco. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica, 2012.

Un enemigo para la Nación

En Un enemigo para la nación, Marina Franco revisa en el período 1973-1976 la génesis de la represión instaurada por la dictadura. Un estudio que reabre la historia reciente.

Un significativo caudal bibliográfico producido a partir de los años posteriores a la última dictadura ha contribuido a consolidar la idea de que los años comprendidos entre 1976 y 1983 constituyen una excepción en el desarrollo de la historia argentina contemporánea. Sin embargo, un número cada vez más importante de sociólogos e historiadores están intentado leer "de otro modo" y por fuera de las visiones consagradas, la dinámica de aquel período, logrando demostrar que si bien marzo de 1976 es una fecha paradigmática para entender el terrorismo de Estado, no representa necesariamente un quiebre respecto al período constitucional que le antecedió. Por el contrario, estos estudios vienen a proponer que debe ser leído no como un límite sino como un vértice en el cual confluyeron prácticas y discursividades de poderoso perfil autoritario acuñadas a lo largo de toda la década precedente.

Así, esta obra de Marina Franco es acaso uno de los estudios más rigurosos y sistemáticos aparecidos hasta la fecha, dedicado a demostrar de qué modo aquel derrumbe civilizatorio, como Hugo Vezzetti calificó a los años de la última dictadura, fue una prolongación o una continuidad de prácticas existentes en la vida política argentina. La autora elige entonces desbordar la fecha consagrada de 1976 interrogando aquellos años previos, más precisamente el período que se inicia en mayo de 1973 para demostrar entre otras cosas —a través de la lectura atenta de documentos partidarios, testimonios de protagonistas y páginas de la prensa periódica— la dimensión alcanzada por una espiral de violencia desplegada tanto desde la órbita estatal como paraestatal que desembocó en uno de los más brutales procesos autoritarios de nuestra historia. "No se trata —sostiene— de exceptuar de responsabilidad a las Fuerzas Armadas, sino de cambiar el foco para iluminar, además, al actor gubernamental del breve período democrático de los años setenta y al resto de los actores civiles".

Leyendo el espesor de ese período, penetrando la atmósfera de fragilidad institucional, así como exhumando el recuerdo de las prácticas represivas desplegadas tanto por el gobierno de Juan Domingo Perón como por el de Isabel Martínez, Franco logra describir con rigurosidad las características de un tiempo que ha quedado injustamente postergado en el trabajo académico investigativo. La memorialización posdictadura iniciada en 1983, respondiendo a complejos procesos que la autora describe y analiza, parecen haber contribuido a que ese territorio previo a la irrupción militar haya quedado pendiente de una revisión que su estudio viene a saldar.

Con Un enemigo para la nación, Marina Franco entrega un texto bisagra en los estudios sobre la violencia política argentina, un libro que sin temerle a establecer un fuerte disenso respecto a las visiones consagradas, da un paso largamente esperado por aquellos que siempre sintieron que había algo más que debía ser dicho y que no había encontrado aún quien se dispusiera a ponerlo en palabras.

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