22/04/2017 - 28/05/2017
Un cuento para ser leído de pie
Un cuento para ser leído de pie, instalación sonora de Daniela Rodi, es la primera de siete muestras que forman parte del ciclo Presente Continuo. Las mismas funcionarán de un modo coral y abordarán tópicos como memoria, identidad, experiencia subjetiva y experiencia social, desde imaginarios y modos diversos de pensar y habitar el espacio común. Se puede visitar hasta el 28 de mayo.
Un cuento para ser leído de pie
Lo primero sentido es lo que se oye. Porque se trata de una escucha, de una escucha que activamos como oidores en un campo de recorrido que es un lugar de preservación de la memoria viva. El espacio en el que esta obra está sonando es un espacio que representa otro espacio, aquél que necesitamos mantener activo para escuchar siempre de nuevo.
Podemos aún a ciegas detectar en el audio la existencia de una construcción literaria, las unidades de sentido de distintas texturas discursivas hablan el idioma de la imagen poética. Todos los discursos citados permiten ser puestos en esa flotación necesaria para lograr la confluencia audiotextual que finalmente crea un sentido nuevo, como si la voz se hubiese empeñado en encontrar la manera de hablar de lo que tiene que hablar por medio de la recombinación exacta de estas unidades recortadas y vueltas a unir.
Podríamos decir que es una obra literaria en extremo, que coloca lo literario en una demostración en acto de lo que es, refrescando el sentido de aquello que se sostiene desde el siglo veinte: el texto no pertenece al autor. El autor, en todo caso, es aquél que intenta sostener por un rato un ramillete de fragmentos discursivos que lo preceden y trascienden, enhebrados en un mismo acto.
La voz de la artista, que es la voz que escuchamos, no es la voz de la escritora, es la de una lectora o la de una traductora de otras voces ya ajenas o enajenadas. La idea de construcción –literaria–, de edición que, con estas unidades mayores que las palabras, no cesa de escribir bien, y lo que es mejor aún: lo logra por resistencia, por desobediencia, ya liberada la lengua en el anonimato, disfraz de hermosos harapos de las cosas dichas, leídas, escritas, sentidas, pensadas, vertidas en el cuenco siempre listo para ser vaciado o para arder como Babel feliz.
Rosario Bléfari
CABA, abril de 2017