Se cumplen 35 años de La Noche de los Lápices
En la noche del 16 de septiembre de 1976 fueron secuestrados 10 estudiantes secundarios en la ciudad de La Plata, de los cuales solo cuatro sobrevivieron; mientras que los otros seis están desaparecidos. El episodio pasó a la historia y a la memoria con el nombre de La Noche de los Lápices. Actos en todo el país recordaron el hecho.
La Noche de los Lápices
Este suceso fue uno de los más simbólicos de la feroz represión impuesta por la dictadura cívico militar argentina, ya que las desapariciones se realizaron sobre estudiantes, en su mayoría, menores de edad.
El caso tomó notoriedad pública en 1985, luego del testimonio de Pablo Díaz (uno de los sobrevivientes) en el Juicio a las Juntas. Cuatro de los estudiantes secuestrados sobrevivieron a las posteriores torturas y traslados impuestos por la dictadura.
Las víctimas eran en su mayoría estudiantes de la UES (Unión de Estudiantes Secundarios), rama estudiantil del peronismo revolucionario de La Plata (ciudad capital de la provincia de Buenos Aires). Los estudiantes venían reclamando desde 1975, ante el Ministerio de Obras Públicas, el otorgamiento del boleto de transporte público con descuento estudiantil.
Esta circunstancia popularizó la hipótesis de que los secuestros fueron consecuencia directa de aquel reclamo; sin embargo, también se considera que ese reclamo específico no tuvo incidencia en el episodio del 16 de septiembre, sino que se trató lisa y llanamente de un acto de represión política.
El descuento en el boleto estudiantil se logró mediante insistentes reclamos de los estudiantes en septiembre de 1975 y fue suspendido en agosto de 1976 por las autoridades militares que usurparon el gobierno nacional el 24 de marzo de ese año. Mediante un trabajo de inteligencia encarado con la intención de detectar a los líderes de ese movimiento (a quienes los represores llamaban «potenciales subversivos») se activó un operativo en cada escuela.
Los secuestros fueron realizados por personal del Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y por miembros de la policía de la provincia de Buenos Aires, dirigida en ese entonces por el general Ramón Camps.
Los secuestrados fueron Claudio de Acha, 17 años (desaparecido el 16 de septiembre); Gustavo Calotti, 18, (sobreviviente); María Clara Ciocchini, 18 (desaparecida); Pablo Díaz, 18 (secuestrado el 21 de septiembre, sobreviviente); María Claudia Falcone, 16 (desaparecida el 16); Francisco López Muntaner, 16 (desaparecido el 16); Patricia Miranda, 17 (secuestrada el 17, sobreviviente, no había tenido militancia política ni había participado de los reclamos por el boleto estudiantil. Estuvo en los centros clandestinos de detención de Arana, Pozo de Quilmes, Valentín Alsina y en la cárcel de Devoto, donde quedó a disposición del Poder Ejecutivo Nacional hasta marzo de 1978.); Emilce Moler, 17 (secuestrada el 17, sobreviviente); Daniel A. Racero, 18 (desaparecido el 16), y Horacio Ungaro, 17 (desaparecido el 16).
Según la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas), la policía bonaerense había preparado un operativo de escarmiento para los que habían participado de la campaña por el boleto estudiantil, considerada por las Fuerzas Armadas como «subversión en las escuelas», y que "los adolescentes secuestrados habrían sido eliminados después de padecer tormentos en distintos centros clandestinos de detención, entre los que se encontraban: Arana, Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires y las Comisarías 5ª, 8ª y 9ª de La Plata y 3ª de Valentín Alsina, en Lanús, y el Polígono de Tiro de la Jefatura de la Provincia de Buenos Aires.