Renovación
Museo en obra
El espacio se transforma
El Museo de la Memoria comienza en diciembre un proceso de renovación de su muestra estable con el objetivo de ofrecer experiencias que incluyan a nuevos públicos a partir de la renovación de algunos de sus espacios y retrabajando su relación con las problemáticas de derechos humanos del presente.
Primeros pasos
El espacio Justicia Perseguirás y la Sala Lectores serán los primeros en transformarse.
Desde un inicio, Justicia Perseguirás se pensó como un espacio que refleje la búsqueda de justicia llevada adelante por los organismos de derechos humanos. Desde 2018, estuvo conformado por un collage del diseñador Javier Armentano y una videoinstalación del realizador Pablo Romano. La renovación busca transformar este lugar en un dispositivo que refuerce el diálogo con los derechos del presente, el cual se actualizará periódicamente con nuevas intervenciones y nuevos artistas. La primera intervención de esta nueva etapa girará en torno a las luchas por la democratización de la educación en nuestro país y será realizado por Réplica- Colectiva Gráfica, un grupo de docentes pertenecientes a la Licenciatura en Diseño Gráfico de FAPyD de la UNR que trabajan articulando diseño y política.
El segundo espacio en transformarse será Lectores, una sala que existe desde la inauguración del Museo en 2010. Diseñada por Lucrecia Moras y Federico Fernández Salaffia, se pensó como una invitación a la reflexión sobre la condición humana en situaciones límite, a través de la instalación de diversos dispositivos. El cambio previsto incluye un nuevo concepto por cual se resignificará el espacio con nuevas obras y artistas para incorporar la temática de las infancias en clave de derechos, vinculando pasado, presente y futuro. Este enfoque intergeneracional se vincula con el trabajo que viene realizando el Museo con el Instituto Auschwitz para la Prevención del Genocidio y Atrocidades Masivas (AIPG), en el marco del Proyecto Palabras Semilla.
¿Cómo pensar los cambios en un espacio?
La memoria es un proceso vivo y en permanente movimiento. Por eso, el Museo propone una muestra estable que articule obras que se sostengan en el tiempo y otras que se sumen de acuerdo a nuevas ideas y necesidades.
El futuro de este espacio de memoria se encuentra no ya en la transmisión de saberes sino de experiencias, sentidos y evocaciones. Es aquí donde la articulación entre testimonios, archivos, documentos y el arte contemporáneo cuenta con una potencialidad excepcional para transmitir que en Argentina sucedió un genocidio y lograr un verdadero Nunca Más.
Las acciones continuarán durante todo 2025 con la intención de llegar a 2026, 50° aniversario del Golpe, con el plan realizado en su totalidad.