El caso de Sergio Jalil, masacrado en Los Surgentes
La audiencia de ayer en el TOF1 de Rosario comenzó con el testimonio de Marcelo Jalil, hermano de Sergio Abdo Jalil, uno de los siete asesinados en la Masacre de Los Surgentes.
Diario La Capital - 05/04/2011
El testigo relató cómo fueron reconstruyendo la historia de su hermano a partir de las innumerables gestiones que realizó su madre, Nelma Jalil, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo en Rosario. Sergio fue secuestrado el 14 de octubre de 1976: "Aparecieron en varios autos, de civil, entre los que estaban (el ex jefe policial Agustín) Feced. En ese lugar asesinaron a una chica, Estela Miguel, cuando estaba en el suelo la reventaron de un itakazo, no estaba armada. A mi hermano lo corren, lo agarran, lo vendan y lo ponen en la parte trasera del auto".
Por el testimonio de Carlos Pérez Risso y Gustavo Píccolo, dos sobrevivientes del Servicio de Informaciones, pudieron saber que Sergio estuvo allí dos días durante los que fue salvajemente torturado. "La madrugada del 17 de octubre de 1976, a seis varones y tres mujeres los separaron del grupo, les ataron las manos a la espalda, les vendaron los ojos. De ellos, alguien dijo «estos dos no», eran Pérez Risso y Píccolo".
Al ser preguntado por la abogada querellante Gabriela Durruty sobre las gestiones que realizó su madre, Jalil relató que "buscamos entre los curas, en la cárcel de Coronda, mi mamá viajaba a Buenos Aires y mandaba cartas a Videla, a Harguindeguy, a todo lo que fuera posible. Todos los habeas corpus fueron denegados. El cura Eugenio Zitelli le dijo a mi mamá que no podía atender a todas las madres que venían por lo mismo. El padre García, entonces secretario del obispo Bolatti, daba informaciones falsas a los familiares".
Añadió que "en marzo del 84 se pudieron exhumar los cuerpos, se reconoció sólo el cráneo de Cristina Costanzo. En febrero del 85 un juez de Córdoba decidió cremar los restos y enterrar las cenizas. Esa fue la segunda desaparición".