Elizabeth Jelin en el Museo de la Memoria

El viernes pasado (4-5-2012), la socióloga e investigadora Elizabeth Jelin compartió un espacio de encuentro y diálogo abierto junto a docentes, investigadores y personal del Museo de la Memoria donde se discutió y reflexionó en torno a uno de los ejes de sus investigaciones: las luchas por las memorias.

Elizabeth Jelin en el Museo de la Memoria

Jelin es doctora en sociología e investigadora por Conicet y ha realizado numerosos trabajos sobre movimientos sociales en México, Estados Unidos, Brasil y Argentina. Sin embargo, su entrada al tema de las memorias fue tangencial: “No decidí estudiar el tema de memoria, sino que choqué con él”. Cuando ciertos movimientos latinoamericanos –estudiados por Jelin– comenzaron a levantar, en la década del 80, el slogan recordar para no repetir, las temáticas de memoria pasaron a convertirse en una preocupación central para poder interpretar lo que esos grupos humanos estaban diciendo.

Aun así, a pocos minutos de comenzar, Jelin dijo que no le interesa la memoria; su preocupación, aclaró, está puesta en “las luchas por las memorias”. La intelectual señaló que no existe una única y cristalizada memoria, sino que siempre se trata de recuerdos, silencios y olvidos que tienen que ver con la coyuntura actual desde la que se recuerda.

Y en sintonía con esta historización de las memorias, y de los discursos, surgieron en la charla preguntas tan sustanciales como provocadoras: ¿Cuál es la relación entre memorias políticas y sociales y la construcción de una sociedad democrática? ¿Qué efectos produce este aumento de políticas de memorias tanto estatales como sociales, esta proliferación de la preocupaciones sobre los sentidos del pasado? ¿Realmente recordar implica no repetir?. “En el momento de la transición democrática, el slogan recordar para no repetir no lo cuestionamos ni teórica ni políticamente”, dijo Jelin. Sin embargo, agregó: “La herencia histórica me indica que la relación entre recordar y repetir es un gran signo de pregunta”.

Según la socióloga, la repetición desde el psicoanálisis es una no-elaboración, un quedarse fijado en algo: “Y esta relación entre repetición y elaboración proporciona un gran signo de pregunta a ese slogan. Hace 20 años tenía certezas sobre esta consigna, hoy ya no las tengo”.

Otra pregunta compleja, de las que no tienen respuestas plenas, aparece en boca de los participantes: ¿Cómo es posible que en un momento en que se están realizando los juicios a los represores, positivamente valorados y apoyados por la mayoría de una sociedad que defiende, de este modo, los derechos humanos sobre hechos ocurridos en el pasado reciente, esté al mismo tiempo aparentemente ausente en relación con la situación de los derechos humanos en la actualidad? Para Jelin, hay una imposibilidad social de pensar los derechos humanos en sentido amplio que hace que, por ejemplo, la misma persona que concurre a la marcha del 24 de Marzo no tenga en cuenta en sus reclamos la situación actual: “Sólo pensamos en los derechos cívicos y políticos. Hay una fragmentación en la noción de derechos humanos”, apuntó.

Por último, una problemática se hace reincidente en un auditorio con mayoría docente: la posibilidad de saturación y hartazgo social e individual de las temáticas sobre pasado reciente, especialmente en los ámbitos escolares. Según la socióloga, hay un peligro de saturación y no existe aún una fórmula de la justa medida. Pero siempre queda la esperanza del desafío: “El trabajo con la memoria del pasado sólo va a tener sentido en la medida en que sea reelaborado en función del presente”.

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