El peligro de ser niño…

En un comunicado, la APDH Rosario denuncia la falta de justicia y protección de los integrantes de las comunidades de pueblos originarios en referencia a los recientes asesinatos del niño Ilber Ilbencio Flores y de Daniel Asijak, de 16 años, ambos de la cmunidad quom.

”El asesinato del niño quom Ilber Ilbencio Flores en Villa Río Bermejito, según familiares de la criatura, no fue el producto de un incidente espontáneo y mucho menos de una pelea, como intentaron hacer creer algunas versiones echadas a rodar luego del crimen (…) aunque hay un solo detenido por el homicidio. Ilber habría sido atacado por varios sujetos que lo golpearon salvajemente por un solo motivo: su condición de indígena. «Hay testigos que vieron cómo lo atacaron, pero se hace difícil que hablen, porque tienen miedo. Acá cada vez que pasa algo así todos tienen miedo, porque saben que estas cosas tienen protección política», dijo Oscar Talero, tío de la víctima. Su cuerpo apareció no muy lejos del lugar en el que la intendencia local había organizado un festival musical para los turistas. Tenía el rostro desfigurado y señales claras de haber recibido golpes brutales en toda la cabeza”. (Fuente Diario El Norte).

“La comunidad Quom La Primavera, de Formosa, denunció hoy una nueva muerte. Esta vez, la víctima fue Daniel Asijak, de 16 años, sobrino de Félix Díaz, el qarashe de la comunidad”, según confirmó a Infonews su esposa, Amanda. En un comunicado, la comunidad señaló que se trata de "otra muerte inexplicable" y que "los médicos del Hospital Central de Formosa dijeron que el joven habría padecido una golpiza y que tenía fractura de cráneo producto de un fuerte golpe, probablemente provocado por un fierro".

Hasta acá párrafos de la crónica, fría, descarnada. Pero si comenzamos a desmenuzar la noticia, un escalofrío nos recorre palmo a palmo, preguntándonos con impotencia cómo cambiar esta tremenda realidad que nos confronta.

Porque estamos hablando de:

- El asesinato niños de 12 y 16 años.

- A golpes y palazos.

- Por ser indígenas. Por ser pobres.

- Por ser parte de un pueblo digno que resiste.

- No los defendió nadie. Aunque vieron. Pero no cuentan, no hablan.

- Porque tienen miedo.

- Porque hay más de un asesino, seguro.. Y sólo uno preso.

- Por poco tiempo, es probable... Lo saben. Lo saben. y callan…

- El odio contra ellos es infinito.

- Los acosa, los roba, los excluye, los ataca, los mata.

- De la mano de gobernantes, policías, gendarmerías.

- Cuando no los atacan, los ignoran.

- La indiferencia también mata, impide que se tomen medidas indispensables de protección.

Comprometidos en una lucha desigual, donde la justicia tarda o no llega nunca, el valiente pueblo quom sigue regando con su sangre las tierras que defienden desde hace centenares de años, mientras clama justicia. El silencio, brutal y sin resquicios, es la única respuesta.

Rosario, 9 de enero de 2013

Norma Ríos, presidenta de la APDH Rosario

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