Manifestacion a once años del asesinato de Kosteki y Santillan
Diario Página12 - 27/06/2013
El corte del puente se mantuvo durante doce horas, después de una marcha de antorchas.“No fue un exceso policial”
Organizaciones sociales y políticas cortaron el puente Pueyrredón y realizaron un acto para exigir “juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de aquella salvaje y criminal represión”, ocurrida bajo el gobierno de Duhalde.
Diferentes organizaciones sociales y políticas cortaron ayer el puente Pueyrredón durante más de doce horas, en un nuevo aniversario de la Masacre de Avellaneda, en la que fueron asesinados por la policía los militantes Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Los manifestantes leyeron un documento consensuado por las diversas agrupaciones convocadas, a través del cual reclamaron “el juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de aquella salvaje y criminal represión”.
A 11 años de los crímenes, los manifestantes advirtieron que “los responsables políticos continúan impunes”. “Hoy se cumplen 11 años desde aquel 26 de junio de 2002, cuando el gobierno de Eduardo Duhalde ordenó una represión brutal que dejó el saldo de dos muertos y más de 30 manifestantes heridos de bala”, advirtieron.
El corte comenzó antenoche y se prolongó hasta el acto central, ayer al mediodía. Durante la tarde del martes hubo diversas actividades, paneles de debate e intervenciones culturales, que culminaron con la tradicional marcha de antorchas por la noche hasta la base del puente Pueyrredón, donde se hizo una vigilia. Entre las numerosas agrupaciones que participaron figuran el Frente Popular Darío Santillán, el MTD Aníbal Verón, la CTA, el Frente Nacional Pueblo Unido, la FUBA, Marea Popular, MIR, AyL, MTE y muchas otras.
En el documento consensuado, las agrupaciones sostuvieron que de la represión de 2002 participaron la Policía Federal, la Bonaerense, la Gendarmería, la Prefectura y la SIDE, “con un despliegue planificado y carta blanca para matar”. “La decisión política de Duhalde fue fogoneada por los organismos internacionales, los gobernadores justicialistas y radicales, y las cámaras empresarias.” Consideraron que “la Masacre de Avellaneda no fue un exceso policial. Fue un plan político organizado para acallar al pueblo, que estaba en pie de lucha desde las jornadas populares del 19 y 20 de diciembre” de 2001. Las movilizaciones de protesta que se realizaron para repudiar los asesinatos de Kosteki y Santillán “fueron las que obligaron a Duhalde, máximo responsable político de la masacre, a adelantar su salida del gobierno, y las que luego arrancaron las condenas a prisión perpetua para dos de los autores materiales, el comisario Alfredo Fanchiotti y el cabo Alejandro Acosta, y penas menores para otros policías”.
Para las agrupaciones, “Duhalde debería estar hoy en la cárcel por los asesinatos”, “al igual que todos los que integraban entonces la cúpula de su gobierno y compartían responsabilidades políticas”, entre los que mencionaron a Felipe Solá, Juan José Alvarez, Aníbal Fernández y Alfredo Atanasoff. En ese sentido, cuestionaron al “gobierno kirchnerista” como “garante de la impunidad durante estos once años. Esto confirma que la Masacre de Avellaneda fue una verdadera decisión de Estado”.
Kosteki y Santillán tenían 21 y 25 años, y militaban en la Coordinadora Aníbal Verón cuando fueron asesinados durante una protesta en reclamo de planes sociales.