Estela de Carlotto: «Ellos son ladrones, no hay amor cuando se roba un bebé»
Infonews - 11/02/14
Estela de CarlottoPor Guadalupe Carril
El día 6 de febrero Estela de Carlotto, anunció la restitución de identidad de la nieta número 110: “Tenemos la enorme alegría de informar que hemos encontrado a la hija de Oscar Rómulo Gutiérrez y Liliana Isabel Acuña, desaparecidos el 26 de agosto de 1976”, expresó la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo.
En diálogo exclusivo, Estela rememoró las búsquedas de estos 36 años de lucha, comenzando por el primer encuentro hasta llegar al último: "Lógicamente fue una experiencia nueva, fue la búsqueda de dos generaciones. En soledad primero, sin saber que hacer, con riesgos y miedo".
"En las primeras restituciones fue más fácil porque eran chiquitos que tenían una identidad previa, ya habían nacido, tenían documento. El tema fue cuando empezamos a buscar a los que habían nacido en cautiverio, no conocíamos ni su sexo, ni el día de nacimiento, ni ningún otro elemento probatorio".
Y agregó: "La experiencia fue dura; hasta me pregunté si estabamos haciendo bien, si realmente esos niños no iban a sufrir más con el proceso jurídico. ¡Y qué equivocada estuve! Porque ellos no son sus padres, ellos son ladrones, son apropiadores, no hay afecto cuando se roba a un niño. Hubo un dominio a un ser desprotegido que no pudo defenderse por ser bebito"
Para cerrar, la titular de Abuelas explicó: "Está el nieto que viene espontáneamente, que viene dispuesto y está el que no buscó a su familia biológica pero lo encontramos y se opone. Entonces, el juez deja en claro que esos niños fueron víctimas y están llevando en su sangre la prueba de un delito de lesa humanidad".
"Está el nieto que viene espontáneamente y está el que no buscó a su familia biológica pero lo encontramos y se opone. El juez deja en claro que esos niños fueron víctimas y están llevando en su sangre la prueba de un delito de lesa humanidad".
En honor a la intensa búsqueda que Abuelas viene realizando desde hace casi 40 años, INFOnews realizó un recuento de 5 diferentes casos de nietos restituidos que, a lo largo del tiempo, recuperaron su identidad después del secuestro y la represión por parte del Estado Argentino.
Los primeros nietos recuperados:
Victoria Grisonas fue secuestrada junto a su hermano, Anatole, el 26 de septiembre de 1976. Los niños estuvieron en el centro clandestino, Automotores Orletti y fueron abandonados en una plaza de Valparaiso, Chile. Al poco tiempo fueron adoptados por una familia chilena que nada tuvo que ver con los represores.
En su niñez, Victoria, sentía un vacio enorme que no sabía como llenar. Cuando la niña cumplió 9 años conoció a sus familiares biológicos (que la habián estado buscando sin cesar) y finalmente pudo conocer la verdad sobre su identidad. Ella y su hermano fueron los primeros nietos localizados por Abuelas.
Victoria siente que, recién, en ese momento pudo comenzar a conocerse: “En la infancia sentía que algo me faltaba, que algo no andaba bien, sentía un dolor muy profundo pero no podía explicarlo”, cuenta la primer nieta recuperada Victoria Grisonas.
Cinco años de felicidad:
La abuela Natividad sufrió el secuestro de dos hijos Arnoldo y Edgardo Patricio Moyano. El 18 de agosto de 1977 raptaron a Edgardo y el 14 de enero del año siguiente, a su mujer, Elba Altamirano, junto a Juan Pablo hijo de la pareja.
Edgardo, militaba en montoneros con Elba, el 26 de Agosto de 1976 nació su primer hijo. Cuando lo secuestraron a Edgardo, lo llevaron a la ESMA. Elba fue secuestrada con Juan Pablo cinco meses después en Carapachay. A Juan Pablo, los secuestradores lo dejaron al cuidado de unos vecinos que luego lo entregaron al Juzgado de Menores N° 2 de San Isidro, que lo terminó dando en tenencia a una familia.
En 1983 se realizó la denuncia sobre el paradero de Juan Pablo en Abuelas, ellas fueron quienes lo ubicaron y se acercaron a la de la familia adoptiva donde vivía el pequeño. Cuando lo vio su abuela Natividad no dudó en que él fuera su nieto. Luego de la restitución el 27 de Noviembre de 1984 Juan Pablo fue a vivir con Natividad. Compartieron 5 años hasta que ella murió.
"Buscá a mi hijo"
Cecilia Fernandez de Viñas recibió ocho llamados de su hija, también llamada Cecilia, después de su secuestro. Su yerno Hugo e hija desaparecieron en Julio de 1977, cinco meses después de su casamiento. Cecilia estaba embarazada de 7 meses, la llevaron a la ESMA donde se supo tuvo su bebé.
Ocho veces Cecilia llamó a su madre desde su cautiverio. La última comunicación fue en 1984 donde le pidió a Cecilia (madre) que vaya a Mar del Plata con su padre y un monto de dinero. Cuando la madre llegó al lugar, volvió a llamar Cecilia para decirles que ya no importaba el dinero, porque lo había puesto el padre de otro compañero. Lo último que le dijo fue que, por favor, busque a su hijo. Cecilia nunca más apareció.
Después de esto, Cecilia (madre), se unió a las Abuelas para buscar a su nieto. Luego de 5 denuncias, un médico que atendió al niño pudo dar referencias sobre la familia apropiadora. Jorge Vildoza, un oficial de la marina, tenía al nieto de Cecilia. La jueza Servini de Cubría, pidió un encuentro entre las dos familias pero los Vildoza nunca llevaron al niño por lo que fueron detenidos. Recién en 1998 Javier, el nieto de Cecilia, recuperó su identidad. Desde entonces, Jorge Vildoza se encuentra prófugo.
La historia de este reencuentro no fue tan alegre, Javier nunca le perdonó a su abuela haber denunciado a su apropiador. Sin embargo, Cecilia cree que al joven “hay que darle tiempo”. En la actualidad Javier vive en Nueva York o Londres, su abuela no tiene información del nieto pero, de vez en cuando, sabe que se ha comunicado con Carlos, el otro hijo de Cecilia, y con la familia de su padre biológico.
Un nieto recuperado que no llegó abrazar a su abuela
Hilda Magdalena Garcia, hija de Dolores Vallejos, fue raptada junto a Pedro, su bebé de 9 meses, frente a la Brigada de Investigaciones de Quilmes el 6 de Marzo de 1976.
Hilda convivía con sus dos hijos y con otros compañeros de militancia en Guernica, cuando la secuestraron estaba sólo con su hijo menor. Carlos, el hijo mayor de la joven, pudo reencontrarse a los pocos días con su abuela Dolores. Jorge, el papa de los niños, se exilió en Paris donde luego fue a vivir Carlos.
Desde Francia, Jorge realizó la denuncia en Abuelas de Plaza de Mayo. A partir de la investigación, se pudo averiguar que Pedro había sido inscripto como hijo de Luis Alberto Ferian, un oficial de la Brigada de Investigaciones de Quilmes. Antonio Bergés, médico militar, firmó la partida de nacimiento falsa del niño. En 2003, Abuelas, presentó una denuncia contra Bergés por el delito de apropiación de menores, sustitución de identidad y falsificación de documentos públicos. Para el 2004, se logró realizar el análisis de sangre a Pedro donde finalmente se comprobó el 26 de octubre que él era el hijo biológico de Hilda y Jorge.
Tres días después se le restituyó la identidad. Pedro Luis Nadal Garcia recuperó su historia, meses después del fallecimiento de su luchadora abuela Dolores.
Un nieto que no quiso conocer su verdad
*María Graciela Tauro y Jorge Daniel Rochistein fueron secuestrados el 15 de Mayo de 1977 en Hurlingham. Graciela estaba embarazada de 4 meses y medio, Nelly Wuiovich de Tauro, su mamá, realizó una intensa búsqueda para encontrar a su hija y nieto nacido en cautiverio.
La pareja había estado en la Comisaría 3ra de Castelar, luego se pudo saber que Graciela fue detenida en el centro clandestino “Mansión Seré” y en la ESMA. En noviembre del año 1977, la joven dio a luz a un varón, asistida por el médico militar Jorge Luis Magnacco.
Tras la denuncia realizada por un represor, se logró descubrir quien era el nieto de Nelly e hijo del matrimonio Rochistein - Tauro. En la causa, el joven apropiado se negó a realizarse un ADN por lo que el juez ordenó la extracción. Las pruebas fueron adulteradas y el magistrado optó por determinar una requisa de ropa, de manera imprevista, de quién fue un bebé secuestrado. Así, sin ayuda del joven, el nieto 102 recuperó su identidad después de 33 años.