Duros testimonios de víctimas en el juicio Feced II

La Capital - 14/03/14

Los ex detenidos desaparecidos Stella Hernández, Carlos Arroyo, José Aloisio y Horacio Dalmonego ofrecieron ayer su testimonio ante el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario que lleva adelante el juicio oral por la llamada causa Feced II, que ventila crímenes de lesa humanidad cometidos en el Servicio de Informaciones (SI) de la ex Jefatura de Policía de Rosario.

Hernández, periodista y dirigente del Sindicato de Prensa de Rosario, relató los padecimientos sufridos desde su secuestro el 11 de enero del 77, por un grupo de tareas comandado por el imputado Carlos Ulpiano Caramelo Altamirano, junto a los represores Ernesto Vallejo (alias Managua), Kuriaki, Ramón Vergara (Sargento o Pelado).

La víctima señaló que ya en la Jefatura, "nos llevan al conocido como Boulevard Perdiste, era la antesala de la sala de tortura. Quiero transmitirle a este tribunal qué se siente llegar a ese lugar siniestro, a veces son pocas las palabras para la descripción, cualquier adjetivo queda corto para poder transferir esta experiencia, pero quiero dar ese marco de ese lugar donde no éramos nada, estábamos vendados, con gritos y amenazas, gritos de gente torturada. Me tiraron ahí, pasaban y me gatillaban, iban y venían, me hacían algunas preguntas".

Hernández también volvió a denunciar ante la Justicia haber sido víctima, además, de una violación por parte de Mario Marcote (alias El Cura). "A la noche me vienen a buscar el Cura Marcote y (el represor) Carlitos, pensé que me iban a interrogar, fui violada por Marcote, denuncie toda esa tortura ya", dijo.

La sobreviviente además mencionó a una gran cantidad de personas con quienes compartió cautiverio, muchas de las cuales aún permanecen desaparecidas, y el lamentable estado que tenían como consecuencias de las torturas sufridas.

"Es difícil transferir todo eso —dijo a los jueces— si bien uno se va acostumbrando, uno no se acostumbra a ciertas cosas. ¿Qué nos salvo, qué nos hizo resistir? Sólo el amor que nos tuvimos unas con otras (detenidas), el abrazo, las palabras", aseveró. La testigo identificó al imputado Altamirano: "Tenía un poco de rulo, grandote. Está acá, riéndose, sigue igual", dijo, y lo señaló en la sala. Además de Altamirano y Vallejo, la testigo identificó al imputado Julio Fermoselle (alias Darío).

Al respecto, Hernández remarcó a los magistrados que "peor que todo lo que ustedes han escuchado en este juicio, es que en 40 años estos señores acusados no han mostrado nunca una cuota de arrepentimiento, un sentimiento de culpa, algo que los acerque a un grado de humanidad. Estoy convencida que si pudieran hacerlo otra vez, lo harían, es por eso que estoy acá".

También brindó su testimonio Carlos Arroyo, entonces novio de Hernández, ambos secuestrados el mismo día. En la audiencia, identificó como miembros de los grupos de tareas a los imputados José Lo Fiego, Ramón Ibarra y Ricardo Torres, y a Altamirano como quien lo secuestró. Luego de enumerar a numerosas víctimas que estaban en el SI y a muchos de los represores, a los cuales describió físicamente y por sus alias, Arroyo planteó que "lo que uno pretende es que la sociedad sepa lo que pasó y que realmente si se ha llegado a esta instancia es porque un hombre tuvo la voluntad política de que se anulen las leyes (de impunidad): me refiero a Néstor Kirchner obviamente".

A su turno, declaró José Aloisio quien identificó a los acusados Lucio Nast (alias Ronco), Altamirano, Lo Fiego, Torres, Eduardo Dugour, Fermoselle, Ibarra, Ovidio Olazagoitía, Pedro Travagliante y Vallejo, de quienes ratificó: "Los conozco de mi detención en el SI". Aloisio fue secuestrado el 14 de septiembre del 76 por la patota del jefe policial Agustín Feced. Consultado por el Tribunal sobre las funciones de los represores, Aloisio destacó que "se iban rotando para la tortura, no era que uno se encargaba de torturar y otro de preguntar".

Finalmente, Horacio Dalmonego manifestó que "a Lo Fiego le vi la cara, hizo el allanamiento y me torturó". El entonces militante de la UES fue secuestrado el 17 de septiembre de 1976. "Se divertían entre ellos, se creían Dios, jugaban con la vida y la muerte. En un momento uno de ellos empieza a mirar un álbum con fotos de compañeros asesinados, me decían que yo iba a quedar así. Sólo reconocí al Lalo Rossi, del Chaco, acribillado". También recordó que "comentaban que había un grupo de compañeros que se los habían llevado y asesinado, era el caso de Los Surgentes. Estando en el sótano también escuché que a (Daniel) Gorosito lo habían traído".

Los jueces Roberto López Arango, Ivón Vella y Noemí Berros establecieron que hoy continúe este segundo juicio oral por crímenes en el marco de la megacausa Feced.

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