«En la dictadura, el Poder Judicial fracasó en proteger a los ciudadanos»
Infojus Noticias - 07/07/2015
Durante el acto, en primera fila, se sentaron Marta García de Candeloro e integrantes de Abuelas de Plaza de Mayo.
Por Federico Desántolo, desde Mar del Plata.
El abogado Juan Ernesto Méndez, actual relator especial sobre la tortura en la ONU y ex preso político de la última dictadura cívico-militar, participó de una nueva conmemoración del Día Nacional del Abogado Víctima del Terrorismo de Estado y fue reconocido con el título Honoris Causa por la Universidad Nacional de Mar del Plata.
No fue un acto más en recordación de los abogados secuestrados y desaparecidos durante la “Noche de las Corbatas”, perpetrada en Mar del Plata entre junio y julio de 1977. Este nuevo Día del Abogado Víctima del Terrorismo de Estado, se conmemoró ayer con el avance de la causa penal que investiga esos crímenes –donde se analiza el rol que tuvo el juez provincial Pedro Federico Hooft- y con el inicio del juicio a los integrantes de la Concentración Nacional Universitaria (CNU) por una serie de crímenes cometidos antes del golpe de Estado del 1976, una deuda pendiente de que tenía la Justicia en Mar del Plata.
Desde 2004, año en el que la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA) instituyó el 6 de julio como Día Nacional del Abogado Víctima del Terrorismo de Estado, fue la primera vez que el salón de actos del Colegio de Abogados marplatense quedó chico. Cerca de 200 personas, decidieron honrar la memoria de sus colegas, amigos y familiares desaparecidos durante la última dictadura cívico militar.
Ante ellos habló el ex abogado de presos políticos y relator especial sobre la tortura en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Méndez. La ciudad en la que se formó y de la que debió huir como perseguido político, había decidido llenarlo de agasajos y reconocimientos. Primero fue el título Honoris Causa en la Universidad Nacional de mar del Plata, luego una distinción en el Concejo Deliberante; una charla con miembros de la agrupación Justicia Legítima y finalmente, el acto para honrar a sus colegas. En medio de ese raid de reencuentros y emociones, reflexionó sobre el rol del sistema judicial en aquellos años aciagos.
“En la dictadura el Poder Judicial fracasó rotundamente en proteger a los ciudadanos. Eso está muy bien documentado en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que argumenta acerca de cómo venció la posición timorata y en algunos casos cómplices con la dictadura, dentro del sistema judicial”, explicó Méndez a Infojus Noticias.
La historia de Méndez recorrió el mundo. Era abogado de presos políticos, fue abogado de los estudiantes heridos durante la balacera que terminó con la muerte de la estudiante universitaria Silvia Filler. Ese crimen fue el bautismo de fuego de la CNU que en 1971 irrumpió en el Aula Magna de la Facultad de Arquitectura y a pura bala puso fin a una asamblea estudiantil. Allí mataron a Filler e hirieron a otros estudiantes.
Méndez fue detenido en 1975 por las bandas paramilitares que ejercían el terrorismo de Estado antes del golpe de marzo de 1976. Permaneció preso hasta 1977, cuando la presión internacional para su liberación fue insoportable para la dictadura. Fue Protegido por Amnistía Internacional y se exilió en Estados Unidos. Hoy es un destacado docente universitario y cumple funciones en la ONU.
La Noche de las Corbatas
El megaoperativo represivo que terminó con la vida de otros abogados como Méndez, tenía como objetivo a un grupo de laboralistas y fue perpetrado entre el 6 y el 7 de julio de 1977. Los militares ayudados por un grupo de civiles pertenecientes a la CNU, secuestraron a los abogados Norberto Centeno, Salvador Arestín, Hugo Alais, Camilo Ricci, Carlos Bozzi, Tomás Fresneda y Mercedes Argañaraz de Fresneda, embarazada de 4 meses. Luego fue el turno de José Verde y su esposa.
A mediados de junio del mismo año, ya habían sido detenidos en Neuquén y trasladados a Mar del Plata, el abogado Jorge Candeloro y su esposa Marta García. Sólo sobrevivieron José Verde y su esposa, Ricci, Bozzi y Marta García.
Al juez Hooft se le imputa no haber dado el trámite a los recursos de hábeas corpus presentados a favor de los abogados desaparecidos. Según figura en la causa judicial, tres meses después de los secuestros, el coronel Pedro Barda –jefe del GADA 601 y de la represión en la ciudad- le envió un comunicado en el que le informaba que “el delincuente subversivo Jorge Candeloro había sido abatido por las fuerzas militares al intentar escapar de las fuerzas de seguridad”. Hooft no pidió explicaciones al Ejército, no investigó esa muerte ni pidió el cadáver para entregarlo a la familia. Tampoco llamó a declarar a los abogados Carlos Bozzi y Camilo Ricci, liberados a los pocos días de haber sido secuestrados.
Hooft fue llamado a indagatoria más de cinco veces, pero nunca se presentó ante el juez de la causa, Martín Bava. Sus fueros como magistrado lo eximen de ser detenido y llevado ante la justicia.
“Hay que hacer los juicios”
Después de más de 30 años de democracia, Méndez consideró que el Poder Judicial hizo su autocrítica y que a partir de ahora debe asumir nuevos desafíos y superar otras limitaciones. “Hay una deuda pendiente del Poder Judicial con la violencia institucional contra los pobres y contra los acusados de delitos comunes que generalmente vienen de sectores marginados. Yo creo que ahí la justicia debe hacer una profunda revisión de lo que hace”, reflexionó.
El avance de la causa penal por los crímenes perpetrados durante la Noche de las Corbatas, y el comienzo del juicio contra integrantes de la CNU –algunos de ellos notables abogados de la ciudad-, por delitos de lesa humanidad cometidos entre 1975 y 1976, volvieron una y otra vez durante la jornada de conmemoración. “Yo creo que hay que hacer los juicios. Más allá de los resultados, es importante que los juicios lleguen a feliz término y yo creo que hay una voluntad de hacerlo y eso no es solo importante para Mar del Plata sino para el país y el mundo. La actitud de la Argentina frente a las violaciones del pasado es un ejemplo para el mundo”, alcanzó a decir Méndez antes de los aplausos finales.