«Nunca más te van a separar de mí», dijo la mamá del nieto 119

InfoJus Noticias - 02/12/2015

Sara, madre de Mario, fue secuestrada en julio de 1975 y dio a luz a Mario entre mayo y junio de 1976.

Lo dijo la mamá de Mario Bravo, el nieto 119, luego de volver a verse después de 39 años. "Mi mamá me dijo que me hablaba mucho en su panza. Uno siente un cosquilleo particular porque también es padre. Recién hoy comienza nuestra vida”, contó en la conferencia que dio junto a Estela de Carlotto. "Es la quinta mamá que logró abrazar a su hijo”, remarcó.

Mario Bravo, el nieto 119, ya se había abrazado con su madre, Sara, cuando entró esta tarde al primer piso en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo. La sala preparada para la conferencia de prensa lo esperaba repleta de periodistas, nietos y militantes de derechos humanos que lo ovacionaron apenas cruzó la puerta, acompañado por su familia y por Estela de Carlotto. Era su primer encuentro con los medios, en coincidencia con el anuncio oficial de su restitución, que se informó ayer. En general, las Abuelas son muy cuidadosas a la hora de preservar la identidad de los nietos que recuperan su identidad, pero en este caso, podría decirse que Mario se les anticipó: todavía no habían emitido el comunicado cuando él ya había dado su primera entrevista a la FM Renacer, emisora de Las Rosas, el pueblo donde vive.
En la conferencia, Mario se ubicó entre dos de las abuelas que recuperaron a sus nietos en los últimos tiempos, lo cual era toda una declaración de alegría: Estela de Carlotto y Delia Giovanola de Califano, que el 5 de noviembre encontró a Martín, el nieto 118. Apenas se sentó, Mario le dio un fuerte abrazo a Delia y conversó con ella y con la abuela Aida Kancepolski. Detrás de Mario, su mujer Maru y el mayor de sus tres hijos le armaban la espalda con hidalguía y felicidad. Los rodeaban decenas de nietos, entre ellos Victoria Montenegro, Horacio Pietragalla, Sabino Abdala y Manuel Gonçalves Granada, sentado a la mesa de la conferencia junto al secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda.
También estuvieron en la conferencia Claudia Carlotto, coordinadora de la CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad), su hermano Remo, diputado nacional, Charly Pisoni (subsecretario de Promoción de Derechos Humanos de la Nación), Matías Moreno (director de Formación en Derechos), y el exjuez español Baltasar Garzón.
La presidenta de Abuelas abrió la conferencia agradeciendo “a los compañeros de tantas luchas”. “¡Qué falta que nos hace seguir teniendo buenas noticias! Estas cosas no pasan por milagro ni por soledad ni por magia. Pasan porque hay un pueblo, el pueblo argentino que en paz y sin violencia, va abriendo el camino a estas noticias que recorren el mundo entero”, dijo Estela de Carlotto. Y contó que el nieto se encontró por primera vez con su madre: “Un hecho extraordinario que queremos señalar, es la quinta mama que logró abrazar a su hijo”. Después, leyó un comunicado con la historia de esa búsqueda donde madre e hijo, después de acudir a diversas instancias, lograron al fin encontrarse después de 39 años.

Dos búsquedas
Sara, la madre de Mario –su apellido por el momento se mantiene en reserva- nació en Tucumán el 25 de enero de 1956. En 1975 trabajaba en un hotel de la capital de la provincia, donde vivía con dos hijas de 1 y 3 años. Una madrugada de julio de 1975, fue interceptada por un auto en la puerta de su vivienda. De allí la llevaron a la comisaría, a la Jefatura dela policía provincial, y a la cárcel de Villa Urquiza, donde estuvo secuestrada y dio a luz a Mario entre mayo y junio de 1976. Del bebé se sabe que le fue arrebatado inmediatamente. Sólo llegó a escuchar su llanto y le quedó la idea de que había sido un varón. La liberaron en noviembre de 1976 a la vera de un cañaveral. Desde allí caminó hasta Hospital del Carmen, donde quedó internada hasta que estuvo en condiciones de volver a su casa. De ahí en más, vivió aterrorizada.
Recién 30 años después, acompañada por integrantes de HIJOS y una persona conocida, en 2004 se contactó con la Secretaría de Derechos Humanos de Tucumán. Un par de años más tarde, con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. A partir de esto, la CONADI tomó intervención en el caso y abrió un legajo de investigación. En septiembre le tomaron muestras de ADN, que se sumaron al Banco Nacional de Datos Genéticos.
Mientras tanto, Mario Bravo también fue construyendo su propia búsqueda. En febrero se acercó a la filial rosarina de Abuelas y su caso fue derivado a la CONADI. En agosto se pidió al Banco Nacional de Datos Genéticos que le tomara muestras de sangre. El 19 de noviembre se confirmó que había otra muestra con compatibilidad de madre e hijo.
“Aún hay desaparecidos con vida y delitos graves por juzagar. Reivindicamos la valentía de Sara en la búsqueda de su hijo y la acompañamos en la alegría de este encuentro”, leyó Estela. Y le dio la palabra a Mario.

El encuentro madre e hijo
“Esto es muy emocionante, se conjugan un montón de sentimiento. Es ver tu vida en blanco y negro. Eso que leés por internet y hoy te toca a vos”, arrancó el nieto 119. Los periodistas querían saber cómo había sido ese primer encuentro con su madre. "Mi mamá me dijo que me hablaba mucho en su panza. Uno siente un cosquilleo particular porque también es padre. Pensás que te buscaban, que les faltaste en tantos momentos. Ahora hay que ser positivo. Lo que pasó es muy malo, es pasado. Ahora queda algo muy lindo. Tuve la suerte de haber encontrado a mi mamá con vida. Eso es un milagro. Tengo que aprovecharlo", dijo Bravo, de 38 años. Detrás de él su hijo adolescente se secaba las lágrimas con un pañuelo de papel. Y Mario ya convocaba a todos aquellos que sientan dudas a acercarse a Abuelas.
El nieto contó que sus padres de crianza ya no viven. “No reniego de mi crianza. Mis padres fueron totalmente engañados, ellos me contaron como fue y esto no se lo hubiesen imaginado en la vida. En mi pueblo nos conocemos todos. Ellos venían de perder una hija de 6 años, les traían un hijo adoptado”.
Sobre el encuentro con su madre habló poco, lo necesario: “Yo le dije que estos años habían sido un ratito. Mi madre escuchó mi voz después del llanto, 38 años después. Dicen que soy igual, con peluca”, se rio. Entonces intervino Estela:
-Mientras te abrazabas con ella pensé que no se iban a despegar más. Fueron larguísimos minutos del abrazo contenido de años. Fue un momento sublime el que vivimos hoy. Es lo que nos da fuerzas para seguir. Creo que entre otras cosas ella te dijo: ‘Nunca más te van a separar de mí’.

El secretario de Derechos Humanos, Fresneda, dijo que le traía un abrazo a Mario en nombre de la Presidenta. Y agradeció a la CONADI “que todos los días trabaja buscando a nuestros hermanos”. A días de culminar su mandato, el funcionario expresó: “Sabemos que son procesos dolorosos, pero sabemos lo que es la vida: es maravillosa. Será tarea de todos continuar con esto. Y ojalá me toque algún día estar del otro lado y escuchar a Estela diciendo: Martín, encontramos a tu hermano. Ese coraje de tomar la posta de Mario es el que debe asumir todo el pueblo argentino”.
Fresneda también hizo una aclaración: contó que la identificación de Mario se realizó antes del balotaje. “Hemos tomado la decisión de no anunciarlo previo a las elecciones para cuidar este momento y evitar suspicacias”. Julio Morresi, de Padres de la Plaza, también pronunció unas palabras desde su asiento: “Los derechos humanos no son un curro, son esto: estar acá recuperando nietos”.
Por último, los periodistas le preguntaron a Estela por sus expectativas ante la nueva gestión. “Representamos a un organismo de derechos humanos. Somos varios y estamos preparando un documento con tres puntos cruciales: el respeto al estado democrático y al voto, nuestras banderas de Memoria, Verdad y Justicia sin ningún tipo de retroceso, y que el futuro presidente nos informe qué políticas de derechos humanos, de salud, de vivienda y educación pondrá en marcha durante su mandato”. "Ni un paso atrás", dijo Estela.
MEL/RA

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