Identifican los restos de Luis Falú, desaparecido en 1976, en Pozo de Vargas

Diario La Gaceta - 09/07/2016

Juan y Liliana Falú, y una imagen de su hermano Luis Eduardo. Gentileza familia Falú.

“Para nosotros es ‘Lucho’.

El equipo de Antropología informó
de datos fehacientes que demuestran en un porcentaje altísimo que los
restos analizados corresponden a nuestro hermano”, dijo anoche a La Gaceta Juan Falú, confirmando que en Pozo de Vargas se hallaron los restos de su hermano Luis Eduardo Falú, quien fue secuestrado el 14 de septiembre de 1976, cuando tenía 25 años, y regresaba a su casa. “Cada
uno tiene su modalidad para llevar este dolor y para esperar los
acontecimientos. La última vez que estuve en Pozo de Vargas miré hacia
abajo con la sensación que me estaba comunicando con mi hermano. No fue
una intuición, más bien una esperanza, porque uno espera estos
hallazgos”, añadió Juan Falú. Señaló que no es lo mismo cargar con la
desaparición absoluta que tener cualquier elemento simbólico que permita
un acto reparador de despedida y de contacto. “Hasta de cierre de una
etapa, de un luto que parece interminable”, apuntóEn esa línea,
indicó que es una noticia reparadora. “Para nosotros, en nombre de mi
hermana, de mi madre, mi familia toda, de los compañeros que padecieron
situaciones similares, es una noticia reparadora, y nos obliga a estar
muy agradecidos y reconocer al equipo de Antropología y organismos de
derechos humanos, como al Colectivo de Arqueología, Memoria e Identidad;
a los abogados infatigables luchadores como Laura Figueroa y Bernardo Lobo Bugeau”, destacó Falú.El motor de estos duelos y triunfos son los sueños -prosiguió-, por eso
queremos agradecerle a nuestro propio hermano el haber sido como fue,
porque él iluminó este movimiento de solidaridad. “El fue un buen tipo y
se comportó como tal aún en cautiverio; eso nos consta. De alguna
manera, Lucho se transformó en una bandera hasta de los que no lo
conocían”. Recordó que como todas las familias que recibieron
estas heridas, llevan 40 años dolor e incertidumbre. “Cuando pasa esta
etapa de incertidumbre, queda el recuerdo y el dolor y nosotros hemos
aprendido a vivir con eso, a asumir que este tipo de ausencias se
transforman en grandes presencias, ausencias cargadas de significado y
de simbolismo que terminan siendo una presencia fuerte gracias a la
memoria colectiva. Esta situación nos compromete con el destino de todos
compañeros que fueron víctimas de cautiverio, de torturas y
desaparición y queremos expresar a los familiares, o los que sean
presuntos familiares de desaparecidos, que alimenten el banco de
Antropología Forense, porque es altamente reparador el llegar a poder
identificar los restos”, dijo.Indicó que, a veces, las personas
optan por un silencio por negación de lo ocurrido y que se están
privando de un acto reparador para con la historia y con sus afectos.
“Son muy importantes estos casos personales y familiares en sentido
social para que se extienda la conciencia, porque en Pozo de Vargas
quedan siete metros, por lo menos, para seguir investigando”, señaló.Falú
dijo que la familia guardará los pasos judiciales que le permitan
“reecontrarnos con los restos, y allí pensar en un acto con mucho amor
para poder congregar a los amigos, compañeros, a tanta gente que se
siente identificada con estos hallazgos”.

Enlace





 

Ver todas las noticias