Liberan al ex espía de la dictadura Carlos Sfulcini
Redacción Rosario - 14/12/2016
Foto: José Granata/ Télam.Por Juane Basso
Alguien sí que tendrá para festejar este fin de año. El represor de la dictadura Carlos Sfulcini, condenado por crímenes de lesa humanidad cometidos junto a la patota del Batallón 121 de Inteligencia del Ejército, pasará las fiestas en libertad. Gracias a la Sala III de la Cámara de Casación Penal de la Nación, que acaba de absolverlo en dos de los delitos por los que había sido sentenciado, el ex espía podrá brindar lejos del penal de Marco Paz, donde cumplió la pena de seis años de prisión por la privación ilegal de la libertad del militante comunista desaparecido Fernando “Tito” Messiez.
El fallo del tribunal de alzada fue notificado a las querellas este martes, aunque la resolución data del 10 de noviembre de este año. Por su parte Sfulcini, también conocido por sus alias Carlitos o Carlos Bianchi, ya disfruta del aire libre desde los primeros días de este mes.
“Cumplo en informar que atento lo dispuesto en el fallo N° 1506/16 de fecha 10/11/16 de la sala III de la Cámara Federal de Casación Penal, que dispuso absolver a Carlos Antonio Sfulcini en relación a los tormentos y el homicidio agravado de Fernando Rubén Messiez, quedando en consecuencia solamente la pena por el delito de privación ilegítima de la libertad prevista por el art. 144 inc. 1° y último párrafo agravado por el art. 142 inc. 1 todo del código penal”, señala el texto de la cédula judicial que recibieron este martes los abogados de las querellas de la causa “Porra Ariel Zenón y otros”, más conocida como Guerrieri II.
La notificación consigna además que, como la pena máxima para el delito de privación ilegal de la libertad es de seis años de prisión, y tras dar cuenta de que Sfulcini se detenido desde el 17 de noviembre de 2010, la condena del represor “se encontraría cumplida”.
El 20 de diciembre de 2013, Sfulcini fue sentenciado por el Tribunal Oral Federal 1 (TOF) de Rosario junto a 11 represores del Batallón 121 de Inteligencia que operaron en los centros clandestinos de detención y torturas conocidos como La Calamita, Quinta de Funes, La Intermedia, Escuela Magnasco y Fábrica Militar.
En aquel juicio oral (Guerrieri II), el TOF1 impuso penas de prisión perpetua al militar retirado Marino González, en tanto dictó 25 años de cárcel para los Personales Civiles de Inteligencia (PCI) Ariel Zenón Porra y Juan Andrés Cabrera. Las condenas se completaron con la imposición de 20 años de prisión para Carlos Sfulcini; 18 años para Alberto Enrique Pelliza; 16 años para Ariel López; 10 años para Pascual Guerrieri, Jorge Alberto Fariña y Juan Daniel Amelong; 8 años para Joaquín Gurrera y 5 años para Walter Pagano y Eduardo Constanzo.
En Guerrieri II se juzgaron los casos de 27 víctimas del terrorismo de Estado, entre ellos 17 homicidios, y se investigaron los crímenes de lesa humanidad cometidos en cinco centros clandestinos de detenciones y tormentos que funcionaron bajo la órbita del Batallón 121 de Inteligencia. En ese juicio oral y público, Carlos Sfulcini fue encontrado culpable de la privación ilegal de la libertad, la aplicación de tormentos y el homicidio calificado del militante comunista Fernando Tito Messiez, desaparecido desde el 22 de agosto de 1977.
Según consta en la sentencia del TOF1 dictada en 2013, durante los años 1977 y 1978 Sfulcini se desempeñó como Personal Civil de Inteligencia (PCI) en el Destacamento de Inteligencia 121 del Ejército con asiento en Rosario.
Además de la documentación acreditada en los tribunales federales sobre su ingreso al Batallón, en la causa hay dos declaraciones que complicaron a Sfulicini y la dos pertenecen a camaradas: los también PCI Gustavo Francisco Bueno y Eduardo “Tucu” Costanzo.
Por un lado, Bueno ubicó a Sfulcini en el teatro de operaciones de la patota de inteligencia. Por otro, Costanzo lo señaló como uno de los que participó del operativo de secuestro y traslado de Messiez a La Calamita, lugar del que finalmente fue desaparecido.
“Cuando ingresé al Ejército en el 77 fue para hacer tareas de tipo intelectual. Tenía 5 años de abogado y era docente en Ciencias Políticas, en la Cátedra de Derecho Constitucional”, Declaró Sfulcini en 2013 ante el TOF1. Y añadió en su defensa: “Estuve en el superior de comercio. Tuve dos cargos en la facultad y la universidad. Fui miembro asesor en la comisión de ingreso y comisión para responder a las presentaciones de los alumnos pasivos. No puedo haber participado de un hecho a seis cuadras de donde yo trabajaba, que era la facultad que estaba donde está Derecho”.
En el primero de los juicios a represores realizado en Rosario, Costanzo dio detalles sobre la actuación de Sfulcini. “Carlos Sfulcini sigue y hace detener a Messiez en una fotocopiadora, junto con el Barba, Porra y Gustavo Bueno. Lo chupan en el centro y lo llevan a La Calamita y lo torturan durante cinco horas”, declaró en septiembre de 2009 el Tucu.
En esa oportunidad, Costanzo recordó que a Sfulcini “lo llamaban Carlos Bianchi” y apuntó además que “junto a un camarista de la justicia provincial de apellido Paulicelli planearon el robo a los tribunales provinciales de los archivos de la Conadep”.
Costanzo consignó además que por haber pasado por la universidad, donde se graduó como abogado, Sfulcini aportó tareas de inteligencia en ese ámbito.
Ya en democracia, Sfulcini fue director de la Escuela de Enseñanza Media para Adultos (Empa) Nº 1284 de Rosario, que había sido creada en 1987 a pedido del Batallón 121, donde tuvo su sede hasta el mes de marzo de 1997.
En 2004 el represor fue procesado por el juez Federal Omar Digerónimo, en el marco de la reapertura de las investigaciones sobre el terrorismo de Estado en la ciudad, y la entonces ministra de Educación Carola Nin separó a Sfulcini de su cargo.
En mayo de 2013, cuando Sfulcini todavía no había sido condenado, el ex PCI fue suspendido de su afiliación al Partido Justicialista (PJ), en una purga determinada por el Tribunal de Disciplina, y bajo la solicitud del congresal partidario y entonces diputado provincial, Eduardo Toniolli.
Sfulcini festejó su liberación junto a su abogado Gonzalo Miño. Foto: David Rey.
Sfulcini festejó su liberación junto a su abogado Gonzalo Miño. Foto: David Rey.
El reciente fallo de la Sala III de Casación, si bien absolvió a Sfulcini del homicidio y los tormentos a Messiez, dejó firme su condena por la privación ilegal de la libertad del mismo militante, que aún permanece desaparecido.
Consultado para esta nota, Toniolli –en la actualidad concejal de Rosario y titular de la Departamental del PJ local– informó que ahora solicitará la expulsión definitiva del PJ para Sfulcini.
Todo preso es político
El represor liberado, que en sus declaraciones ante la Justicia negó haber participado en acciones durante el terrorismo de Estado, fue un activo militante prodictadura durante su tiempo de detención en el penal de Marco Paz. Desde la cárcel y hasta hace quince días, Sfulcini dirigió el pasquín Te cuento la Semana, que se define a sí mismo como “una revista de los presos políticos para el mundo”, y que da cuenta de las quejas y amenazas que los condenados por crímenes de lesa humanidad profesan contra la democracia en general y la dirigencia política y los organismos de derechos humanos en particular.