Un ex funcionario civil de la dictadura va al banquillo
La Justicia federal de La Plata comenzará a juzgar, el 12 de septiembre próximo, por primera vez a un funcionario civil de la dictadura: el ex ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Jaime Lamont Smart, por crímenes de lesa humanidad en el denominado Circuito Camps.
Diario La Capital - 08/09/2011
Entre los acusados también se encuentran el ex gobernador Ibérico Saint Jean, el ex comisario Miguel Etchecolatz, y su chofer Hugo Guallama.
También se juzgará la desaparición de los estudiantes secundarios ocurrida en la semana del 16 de septiembre de 1976, hecho conocido como La Noche de los Lápices, cuando fueron secuestrados un grupo de adolescentes de los cuales sólo sobrevivieron cuatro. Otro de los hechos que se juzgarán es el secuestro y tortura a integrantes del Grupo Graiver.
Además, se ventilará el secuestro del director y fundador del diario La Opinión, Jacobo Timerman, ocurrido el 15 de abril de 1977, por militares bajo las órdenes del general Ramón Camps. El periodista fue torturado e interrogado y permaneció desaparecido en los centros clandestinos de detención Puesto Vasco y COTI-Martínez durante un mes y luego legalizaron su detención para ser liberado en 1980 y expulsado del país. Timerman, padre del actual canciller, falleció en 1999, dio testimonio ante la Conadep en 1984 y en 1985 declaró en el Juicio a las Juntas.
El proceso acumula varias causas de víctimas del circuito represivo a cargo del extinto general Ramón Camps. Se investigarán crímenes en los centros clandestinos de detención Comisaría 5ª de La Plata, Destacamento de Arana, Brigada de Investigaciones de La Plata, Puesto Vasco, COTI-Martínez y la Brigada de San Justo.
El Tribunal Oral Criminal I de La Plata, que preside Carlos Rozansky, y que se encarga de estos juicios, ya condenó a Etchecolatz a reclusión perpetua lo mismo que al ex capellán de la Policía bonaerense Christian Von Wernich.
Además de Saint Jean y Smart también serán juzgados el ex director General de Investigaciones de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz. También irán a juicio el oficial de la Bonaerense, Domingo Almeida; el coronel del Ejército con el cargo de subjefe de policía, Rodolfo Campos; el chofer de Etchecolatz, Hugo Guallama, y el oficial principal de Seguridad de la policía, Luis Patrault, entre otros.
Reconstrucción. El presidente del Tribunal, Carlos Rozanski, destacó que el juicio contra 26 represores que actuaron en el Circuito Camps "forma parte del proceso de reconstrucción histórica iniciado en el 2006" en esta ciudad, "que crece a todo el país". La Justicia federal de La Plata juzgará los crímenes de lesa humanidad cometidos contra 360 víctimas, en 6 centros clandestinos de detención, que integraban el Circuito Camps.
El juicio, a cargo del Tribunal Oral Criminal I de La Plata, que ya juzgó y condenó por genocidio al represor Miguel Etchecolatz y al ex capellán de la Policía bonaerense, Christian Von Wernich, comenzará el lunes a las 10. El juez destacó como características de este juicio "la cantidad de imputados: 26", entre ellos un civil, y que abarca los 6 centros clandestinos de detención.
Rozanski remarcó que "la unificación" de esos centros permitirá el acceso a la Justicia de unas 360 víctimas, acortando los plazos que llevaría el juzgamiento individual de cada uno de los 26 represores, y destacó que "se prevé que testifiquen unas 500 personas".
El testimonio de López
Los testimonios de Jorge Julio López y Adriana Calvo en los anteriores juicios por crímenes de lesa humanidad serán considerados como prueba de la querella en la causa por el denominado Circuito Camps. Las declaraciones de López —desaparecido en 2006— y de Calvo —fallecida en 2010— serán presentadas por la querella. Jorge Julio López, albañil y militante secuestrado en 1976, está desaparecido por segunda vez, tras declarar en el juicio que condenó a reclusión perpetua al ex comisario Miguel Etchecolatz en 2006. Adriana Calvo de Laborde falleció víctima de cáncer en diciembre pasado, pero sus testimonios sobre su secuestro y el nacimiento de su hija en cautiverio, además de ser el primero conocido en democracia durante el juicio a las Juntas Militares, quedaron registrados en la Justicia.