Viviana Nardoni

Estamos escribiendo las palabras que, como equipo, jamás hubiésemos pensado escribir. Ayer se nos fue Viviana Nardoni, la Vivi. Nuestra amiga, compañera y líder que iluminó con su ética, formación y creatividad. Es infinita la tristeza que nos inunda con su partida inesperada e injusta. Sucedió en el lugar por el cual luchó y al que le dedicó tantas energías e ideas, y se fue como le gustaba vivir: debatiendo, argumentando, planteando escenarios, desarmando otros con una retórica precisa y robusta.

En su luminosa vida desarrolló tantísimas facetas: periodista, gestora cultural, productora, historiadora, pero lo que ella siempre fue es una militante política con ansias por transformar el mundo con una mirada puesta en la patria grande. Vivió en carne propia las atrocidades del genocidio que llevó adelante la última dictadura cívico-militar, pero nunca basó su gestión y su carrera en eso. Era un dato ineludible que ella nombraba pero nunca como punto de llegada en su reflexión sino como un hilo que ayudaba a tejer sus ideas y acciones.

Nos acompañó desde el año 2007 mientras peleábamos por nuestra sede definitiva, fue la compañera de pensamiento perfecta para imaginar y producir junto con Rubén Chababo la primera muestra permanente de nuestro Museo en el edificio de Córdoba y Moreno creando juntes ese enfoque que apuesta a las sutilezas, la reflexión y la evocación. Desde 2015, como directora, emprendió el camino de darle una impronta propia a esa muestra aunque manteniendo intacta la apuesta por memorias que evocan sentidos antes de caer en aquellas que, desde la literalidad, no se preocupan por interpelar y escuchar al visitante.

La memoria colectiva rosarina, argentina y latinoamericana acaba de perder a una de sus máximas constructoras. Nosotres, humildemente, pero con su pasión como guía intentaremos honrar su memoria. Hasta la próxima batalla y hasta la victoria siempre querida Vivi.

 

 

 

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