Buscan en La Piedad restos de desaparecidos
El Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) comenzó a realizar excavaciones en el cementerio La Piedad en busca de restos de desaparecidos durante la última dictadura. Se investigarán particularmente las tumbas identificadas como NN y cuyas inhumaciones fueron hechas en los años de plomo.
Diario La Capital - 19/10/2011
El equipo conducido por Miguel Nievas, y bajo la atenta mirada de la fiscal federal Mabel Colalongo, comenzó las tareas sobre dos tumbas y exhumó restos óseos de al menos seis personas distintas.
En declaraciones a la prensa, la fiscal Colalongo destacó que "esta es una de las más importantes investigaciones que se están llevando adelante en el proceso de identificación, y en la búsqueda de la verdad".
Según los investigadores, se pondrán bajo la lupa unas 120 tumbas que podrían corresponder a desaparecidos. La selección se hizo identificando primero a las inhumaciones NN entre 1976 y 1983, luego determinar cuáles fueron muertes violentas y, como ocurre en muchos casos la constancia en los registros de una intervención del Comando del II Cuerpo de Ejército o de la policía.
La causa judicial por la cual se ordenó la investigación del equipo forense comenzó en 1984, pero luego sufrió los efectos de las leyes de obediencia debida y punto final, luego derogadas durante la presidencia de Néstor Kirchner.
Por su parte, Nievas, del Equipo Argentino de Antropología Forense, señaló que "hace muchos años que venimos trabajando con la hipótesis de que pueda haber personas desaparecidas inhumadas como NN y tenemos más o menos en claro qué podría haber en cada una de las tumbas". Adelantó que "ya hemos trabajado en forma preliminar profunda sobre la documental, y en algunos de los casos ya tenemos hipótesis de identidad".
El investigador indicó que si bien ya se han hecho anteriormente otras exhumaciones, en esta ocasión el trabajo es mucho mayor. Las tareas de identificación incluyen la recopilación de información documental, como registros, boletos de inhumación, sumado al listado de quiénes desaparecieron en esa época. Luego, la identificación puede concretarse por el cotejo de huellas dactilares de los prontuarios de cadáveres que se hicieron en su momento, la comparación de datos post mortem con los pre mortem, y finalmente el estudio de ADN.
Un dato revelador es que durante los años 1976 y 1977 crecieron llamativamente la cantidad de inhumaciones NN, coincidentemente con la época de mayor ferocidad del terrorismo de Estado.