Procesan a Menéndez por delitos de violación sexual

La Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza procesó ayer al ex general Luciano Benjamín Menéndez y a otros tres represores, como autores mediatos, por su lugar jerárquico en la cadena de mandos, de los delitos de violación sexual sufridos por secuestradas en esa provincia en la última dictadura cívico-militar.

Diario La Capital - 24/11/2011

La Sala B del tribunal de apelaciones revocó la falta de mérito dictada a todos los acusados por este delito en la Justicia de instrucción, y los procesó por entenderlos responsables de lo ocurrido al menos a tres víctimas, Silvia Ontiveros, Vicenta Zárate y Stella Maris Ferrón.

La medida recayó sobre Menéndez, ex comandante del Tercer Cuerpo del Ejército; y sobre Juan Oyarzabal, Eduardo Smaha y Armando Fernández, en una causa donde ya están procesados por delitos de lesa humanidad, a los que ahora se sumó la violación sexual.

Para el tribunal de apelaciones los delitos sexuales integraron el "plan sistemático y generalizado de violación de derechos humanos" de la represión ilegal, y por eso deben ser considerados de lesa humanidad, es decir, imprescriptibles.

Para la Cámara "la violación sexual fue una práctica sistemática y generalizada en los centros clandestinos de detención, por lo que, en dichos casos, conforme lo estipulado en diversos instrumentos internacionales sobre el tema, los delitos sexuales son equiparables a la tortura en cuanto crimen de lesa humanidad".

El tribunal dijo que ello "no equivale a decir que queden subsumidos en el delito de tormentos, sino que conservan su especificidad por la gravedad de la ofensa contra el bien jurídico protegido, esto es, la integridad y libertad sexual de la víctima".

Surge de la investigación desarrollada, "que las agresiones sexuales que se cometieron en los centros clandestinos contra las personas allí detenidas, fueron continuas, reiteradas y masivas", advirtieron para casos como el D2 de Mendoza.

Las violaciones "formaban parte, al igual que los golpes, la picana eléctrica, las vejaciones, etc., del conjunto de prácticas criminales que, como hechos aberrantes, integraron de modo expreso o implícito el dispositivo represivo diseñado por los altos mandos militares para lo que denominaron «la lucha contra la subversión», y que fue replicado en todos y cada uno de los niveles de mando y ejecución del plan en todo el país".

"La última dictadura militar en la Argentina instauró un plan sistemático y generalizado de violación de derechos humanos, que incluyó una práctica que afectó principalmente a las mujeres, la violencia de género y la violencia sexual, y que no habría afectado de este modo sistemático a los detenidos varones", explicaron los camaristas.

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