Uruguay: histórico repudio militar de la represión

El ejército de Uruguay repudió la ejecución durante la última dictadura en ese país (1973-1985) del maestro y periodista Julio Castro, cuyos restos recientemente fueron hallados enterrados en un predio militar. "El ejército no aceptará homicidas o delincuentes en sus filas", declaró el jefe de esa fuerza militar, general Pedro Aguerre, en una declaración leída ante la prensa.

Diario La Capital - 06/12/2011

Montevideo.— "Hoy sentimos que estamos abocados a manifestar un punto de inflexión por el peso de la realidad y con el objeto de despejar las dudas que tanto la sociedad como la propia fuerza pueden albergar", ante el crimen de Castro, quien fue asesinado de un balazo en la cabeza en 1977. "El ejército nacional no es una horda, malón o algo similar. El ejército no aceptará, tolerará o encubrirá a homicidas y delincuentes en sus filas", enfatizó Aguerre. La declaración marca una definición que nunca había dado el ejército uruguayo desde el retorno a la democracia en 1985. Además, el jefe militar pidió públicamente apoyo para obtener información que permita determinar "la responsabilidad material del ejército, o no, en este caso y en otros en su futuro", en referencia al maestro Julio Castro. Aguerre también declaró que, de existir un pacto de silencio entre los militares, como se sostiene desde hace años de manera extraoficial, ya no tiene valor alguno.

El general Aguerre, quien asumió el cargo el 31 de octubre pasado, convocó a la prensa al Instituto Militar de Estudios Superiores, donde junto a 10 generales y dos coroneles leyó un comunicado para dar a conocer la posición del ejército ante el asesinato del maestro Julio Castro, cuyos restos aparecieron el 21 de octubre. Castro fue detenido el 1º de agosto de 1977, a los 67 años, y asesinado días después de un disparo en la cabeza, según reveló el jueves pasado el equipo de antropólogos forenses que encontró sus restos en un batallón en las afueras de Montevideo. El hallazgo causó conmoción en la sociedad uruguaya. Castro es apenas el tercero de un total de 115 desaparecidos durante el último régimen militar cuyos restos han sido recuperados e identificados.

Exigencia. El jefe del Estado Mayor de la Defensa, José Bonilla, había exigido esclarecer quiénes fueron los responsables de la ejecución de Castro. "Hay que investigar. Estas cosas no son comunes en la fuerza. Se tiene que saber quiénes son los culpables", había manifestado el militar de mayor rango en Uruguay en declaraciones conocidas el sábado pasado. "La situación no es reflejo de las Fuerzas Armadas de hoy ni de ningún tiempo", señaló Bonilla. "Una cosa es matar en un enfrentamiento y otra cosa es ejecutar a una persona. No comparto para nada ese tipo de prácticas", agregó.

La comprobación de la ejecución de Castro cambió la visión acerca del accionar de los represores bajo la dictadura, ya que hasta ahora desde las Fuerzas Armadas se sostenía que las muertes de detenidos ocurrieron por "excesos" cometidos durante sesiones de tortura.

Ver todas las noticias